Me propuse realizar unas cómodas de líneas rectas y limpias en madera de arce. Como tantas otras veces comencé enfrentándome al tablero de okumé de 4 mm. con mi sierra de marquetería. Tenía tarea. Había que cortar sobres, laterales, frontales de cajones, listones, etc. para 5 cómodas.
Una vez cortadas y lijadas todas las piezas llegó la fase de ensamblaje y encolado. No era fácil poner orden entre tanta pieza minúscula. ¡Prueba superada!
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| cómoda ensamlada |
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| masillado |
Cuando ya tuve las 5 cómodas montadas, junto a sus correspondientes cajoncitos, me enfrenté a una de las tareas más complicadas: enchaparlas con madera de arce para darles el aspecto de mueble macizo. Seleccioné la madera de arce en primer lugar por su color, ya que quería una madera en tonos claros para darle un aspecto moderno y luminoso. Y en segundo lugar por la veta característica del arce, que me permite trabajar con vetas muy finas que guardan proporción con la escala en la que estaba trabajando (1:12)
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| enchapado |
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| resultado una vez enchapado |
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Me gustaría destacar que los perfiles frontales los enchapé a inglete para darle a la cómoda un aspecto de ensamblaje a 45 º, dejando tanto el sobre como el lateral completamente limpios. Y sí, fue una pesadilla trabajar en perfiles tan minúsculos.
Para que los cajones se pudiesen abrir con facilidad les hice una pequeña muesca que dinamiza el diseño y así me evitaba emplear tiradores que rompiesen la línea minimalista del mueble con elementos que sobresaliesen.
Para el acabado empleé un barniz nitro (por cierto muy versátil) que me permite cubrir bien el poro sin que el barniz adquiera demasiado cuerpo y brillo. Apliqué dos manos y posteriormente un acabado con cera de abeja. El resultado es una superficie muy suave al tacto y con un ligero brillo.
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| Resultado final con las patas de varilla metálica |
